
15 Mar Mindfulness y Estoicismo
para gestionar una crisis
Mindfulness y Estoicismo para gestionar una crisis
Cómo la filosofía puede ayudarnos a superar momentos difíciles
Son momentos extraños. De un día para otro, todo ha cambiado. El temor al contagio por el coronavirus , ha transformado al mundo en el escenario de una película apocalíptica. Nuestro instinto de conservación se activa. Llenamos las despensas de alimentos y desinfectantes, y la mente de información que nos ayude a saber que hacer . Entre tanta urgencia por la supervivencia física, es fácil olvidarse de algo esencial: nuestra serenidad y equilibrio interior. En este post, quisiera reflexionar y compartir algunas ideas sobre cómo combinar Mindfulness y Estoicismo para gestionar una crisis como esta, y de que forma pueden convertirse en un refugio interior seguro. Por Fernando Mancebo
De pronto, todo cambia y se vuelve incierto. La importancia de tener en cuenta principios esenciales del Mindfulness y el Estoicismo en tiempos de crisis
La intención de este artículo, no es tanto ofrecer técnicas de Mindfulness para superar estados físicos y mentales desagradables relacionados con el estrés, cómo compartir la forma en que estoy utilizando los principios filosóficos del Mindfulness y el Estoicismo, para «organizarme» interiormente ante la catarata de cambios y estados emocionales contradictorios que se presentan cada vez que la vida se complica, como está ocurriendo ahora mismo.
Mindfulness y Estoicismo para gestionar una crisis, en conjunto, nos van a ayudar a ampliar la perspectiva y a estabilizarnos en mitad de este cambio radical de costumbres sociales y afectivas. Así cómo a priorizar certezas en vez de pensamientos caóticos y alarmistas en exceso, cómo un positivismo en ocasiones imprudente y poco realista.
Para ello, os propongo estas cuatro reflexiones, que personalmente, siempre me ayudan a la hora de dirigir mis pensamientos y mis decisiones en momentos de dificultad:
- Autocompasión y humanidad compartida. Abraza tus emociones.
- Calma tu mente. Concede una tregua a la preocupación.
- La dicotomía del control. Ocúpate de lo que está en tu mano, suelta el resto.
- Todo pasa. No vivas como eterno lo que va a cambiar irremediablemente.
«Cuando no sabemos a que puerto nos dirigimos, todos los vientos son desfavorables»
Séneca (filósofo Estoico)

Acepta tus emociones para no sumergirte en un mar de negatividad.
Autocompasión y humanidad compartida. Abraza tus emociones
¿Te das cuenta que sufres, cuando sufres? ¿Eres consciente de tus emociones difíciles en medio de ellas? Si rechazas estos estados desagradables, ¿te has preguntado que tienes de diferente tú para no sentirte así, respecto a otras personas en tu misma situación, y que están pasando por lo mismo, ? ¿No te parece humano y normal sentirte como te sientes en tu situación actual?
Decía José Mujica (ex presidente de Uruguay) en una entrevista, que hasta que la humanidad no tuviera «consciencia de especie», seguiríamos viviendo situaciones tremendas, que podrían solucionarse si nos sintiésemos en unión.
Asumir y abrazar nuestros estados anímicos difíciles, como consecuencia natural de lo que estamos viviendo en este momento, es una actitud que puede ser calmante. Así como ver la situación en la que estás, como una situación global en la que te ves por ser un ser humano, amplía el espacio de encierro emocional en el que te puedes encontrar.
Otra forma de no sentirte en soledad con tu estrés, es pensar que es así como se sienten todas las personas a tu alrededor que están pasando por lo mismo.
Además, conectar con el dolor del prójimo que va en paralelo con el tuyo, te puede despertar sentimientos de bondad amorosa que te saquen de tu propio laberinto emocional y te hagan sentir partícipe de una aventura que se llama «vida», que ahora mismo está en una etapa mas dura que otras, que irremediablemente pasará.
La autocompasión es una parte esencial de Mindfulness, que tiene que ver con darte consuelo, más que con rechazar o luchar contra el dolor. Te recomiendo este artículo, en el que se explica que es autocompasión con claridad.
Del mismo modo que la filosofía budista que sustenta Mindfulness, el Estoicismo contempla el sufrimiento como parte inherente a la vida humana. Rechazarlo es alimentarlo. Comprender su naturaleza e integrarlo como el resultado natural de ciertas experiencias de la vida, nos abrirá un espacio vital menos asfixiante y nos conectará con nuestros semejantes, sacándonos de sentimientos tremendistas y del victimismo.
«Nuestra libertad más grande, es la libertad de escoger nuestra actitud»
Viktor Frankl (escritor y psicoterapeuta)
Mindfulness y Estoicismo para calmar tu mente. Concede una tregua a la preocupación
¿Resuelves mucho pensando mucho? ¿Crees que hay una situación perfecta en la cuál no exista la preocupación, si para ti, preocuparte es la manera de «ocuparte» de las cosas? ¿No sientes el agotamiento de la preocupación? ¿Cuando va a llegar el momento de descansar un poco y recargar tus baterías mentales?
Decía Marco Aurelio, que «alma se tiñe del color de tus pensamientos». Una mente agitada, va a encontrar soluciones rápidas y poco meditadas, pues lo único que quiere es parar de sufrir. Pero es un intento vano, o al menos no muy eficaz, para afrontar lo que toca en este momento.
La sentencia del emperador romano estoico Marco Aurelio, es una píldora de sabiduría sobre la que suelo reflexionar cuando me esfuerzo mentalmente en encontrar una solución forzosa rápidamente.
Cuando sientes «tu alma» oscurecida por el tinte de la inquietud o el cansancio, quizás es que ha llegado el momento de aplicarte el concepto budista de autocompasión, conectar con tu humanidad y emprender el autocuidado para aliviar ese estado tan incómodo como improductivo, que suele generar pensamientos y emociones negativas.
Sin lugar a dudas, la práctica de Mindfulness pone a nuestra disposición técnicas concretas para ayudarnos a parar. En este artículo no las voy a explicar, pero puedes descargarte un e-book gratuito con el que aprender técnicas básicas de meditación en este enlace.
Además, en mi canal de YouTube , tienes audios con meditaciones guiadas.
No obstante, no solo puedes darte una tregua meditando si no te apetece. Simplemente se consciente de este momento de colapso y para. Date un paseo, diviértete, suelta la cuerda del control. Ponte una película que te distraiga, cualquier cosa, pero date un respiro. Para y deja de intentar controlar la situación abarcándola con tu mente.
«El hombre no está preocupado tanto por problemas reales, como por sus ansiedades imaginadas sobre los problemas reales»
Epicteto (filósofo Estoico)

Descansar de tus preocupaciones, es necesario para poder resolver las dificultades.
La «dicotomía del control». Ocúpate de lo que está en tu mano, suelta el resto
¿Realmente está en tu mano resolver la totalidad de ese asunto? ¿Estás haciendo tu parte o luchas por resolver lo que no te toca? ¿Querer controlar lo que no es tu responsabilidad, no te estará restando recursos para hacer bien lo que puedes hacer realmente? ¿dedicas tiempo a reflexionar sobre que cosas te has de preocupar y sobre que cosas no?
Una de las grandes aportaciones de la corriente filosófica del Estoicismo, es ofrecernos el método basado en técnicas psicológicas concretas para alcanzar la serenidad, meta última de esta corriente de pensamiento. Entre todas ellas, una de mis técnicas estoicas preferidas, es la «dicotomía del control».
Así pues, y partiendo de la base que lo que te voy a exponer aquí, es simplemente un apunte sobre la existencia de esta herramienta psicológica, espero te sirva como objeto de reflexión, y quizás para caer en la cuenta de la necesidad de aprender a diferenciar sobre que cosas merece la pena ocuparse y dedicarlas todo nuestro foco de atención. Así como que cosas se escapan a nuestro control y es necesario soltar y liberarnos de ellas.
El filósofo Epicteto decía, que una de las mayores cosas que merecía la pena clarificar, era saber que cosas están bajo nuestro control y que cosas se escapan a el. De igual modo, nos indicaba sobre la importancia de ocuparnos de las «cosas internas», en vez de las «cosas externas», sobre las que nuestra capacidad de control es menor o nula.
En las distintas situaciones que se presentan en nuestra vida, hay cosas de las que nos debemos encargar y decisiones que nos corresponde tomar, y cosas de las que no. De igual modo, las cosas internas que están bajo nuestro control, y de las que nos tenemos que ocupar, estarían relacionadas con nuestra actitud frente a esta situación de crisis. Con las medidas y acciones a tomar. Con cuidarnos y serenarnos para hacer lo mejor posible lo que tenemos que hacer.
En este punto, la aplicación de Mindfulness y Estoicismo para gestionar una crisis, coincidirían bastante en aspectos básicos, que tendrían que ver con enfocarse en el presente, y utilizar todos nuestros recursos internos para superar un momento difícil.
Para ello, centrarnos en la acción que nos exige el momento, en vez de en el deseo de control sobre el resultado, sería una conclusión común y un consejo que nos darían tanto un Estoico, como un maestro de meditación budista para resolver de forma adecuada una situación de crisis.
Y es precisamente en ese instante donde el momento nos pide que acción correcta tomar, donde está lo que realmente está en nuestra mano. Todo lo que esté mas allá de ese momento puedes soltarlo, ya que no depende de ti.
Ahora bien, mas adelante quizás veas que la acción podría haber sido otra, o entras en remordimiento por sentir que podrías haberlo hecho mejor. En ese caso, solo la certeza de saber que en el momento de emprender la acción, estabas en conexión interna con dicha situación, y que desde ahí tomaste la mejor decisión que supiste o pudiste, puede ayudarte a diluir ese estado anímico de aflicción.
Por lo tanto, si te liberas de preocupaciones o pensamientos obsesivos entorno a lo que no depende de ti, serás mucho más eficaz y desde luego manejarás ese momento de crisis con mucha mas paz y serenidad.
«Sólo pesa lo que sostienes, pero cuando lo dejas ir, ya no pesa jamás»
Ajahn Brahm (maestro budista Theravada)
Todo pasa. No vivas como eterno lo que va a cambiar irremediablemente
¿Cuantas decisiones «eternas» has tomado en situaciones que han sido temporales? ¿Cuantas veces te has dado cuenta de la inutilidad de haberte preocupado tanto por cosas, que por sí solas han cambiado? Por otro lado, ¿cuantas cosas no has valorado suficientemente por pensar que siempre iban a estar ahí? ¿Serías capaz de recordar algún logro realmente importante de tu vida, obtenido por haber sabido esperar pacientemente?
Es completamente humano sentir miedo, ira o tristeza, cuando algo que amamos desaparece. Puede ser una persona, un objeto o también un estilo de vida con sus hábitos y costumbres.
Marco Aurelio decía que «la pérdida no es otra cosa que un cambio, y el cambio es el deleite de la naturaleza»
En el budismo, la ley de la impermanencia, es una de las tres contemplaciones fundamentales de la práctica de la meditación Vipassana, origen del Mindfulness tal y como se ha hecho popular en occidente. Desde esta contemplación y su realización, podemos empezar a entender cuanto sufrimiento evitable nos causa el apego, y el deseo irrenunciable a que las cosas sean como deseamos que sean, origen de muchos estados mentales y emocionales desagradables. En definitiva, de estrés.
Entender que todo va a pasar, que esa situación tan difícil en la que te puedes encontrar irremediablemente va a cambiar, debería ser una motivación suficiente para ayudarte a cultivar la paciencia, que como decía Santa Teresa «todo lo alcanza».

Marco Aurelio
Respecto a tener en cuenta el concepto de impermanencia, como elemento común y pilar fundamental si queremos utilizar los principios filosóficos de Mindfulness y el Estoicismo para gestionar una crisis, te invito a hacerlo desde estas dos perspectivas:
1. Tal y como decíamos antes, establecer tu mente en la certeza que la situación que estás atravesando o puedes atravesar, va a cambiar. Es ley. Por lo tanto el cultivo de la paciencia y del autocuidado para que el estrés de la espera no deje «secuelas» psicológicas es fundamental.
2. Del mismo modo que no «hay mal que cien años dure», tampoco hay «bienes» eternos. Para entender la importancia de lo que se tiene, los estoicos animaban a disfrutar lo que realmente se tiene, en vez de ambicionar lo que no se tiene. Y aconsejaban a poner en práctica el ejercicio de la «autoprivación».
Este ejercicio consiste en privarse voluntariamente de cosas que deseamos, con el fin de aprender a vivir serenamente sin ellas, así como a apreciarlas realmente cuando las tenemos.
En definitiva, estas técnicas de Mindfulness y Estoicismo te pueden resultar útiles para ampliar la visión de la situación. Para enmarcarla en un espacio más amplio donde no te puedas llegar a sentir tan en «desgracia», y puedas aprovechar la ocasión para encontrarle algún sentido que pueda ayudarte a superar un momento difícil.
Ya por último, me gustaría recomendarte la página web de la Asociación Española de Meditación Vipassana (www.meditacionvipassana.com), en la que puedes descargar de forma generosamente gratuita, libros sobre meditación y filosofía budista a través de este enlace.
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