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Autocompasión (II) : qué no es

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Autocompasión (II) : qué no es

Cómo distinguir a la Autocompasión de otros conceptos que pueden parecer afines

Asier Bernaola Andraca, Coach ACC y Mentor (experto en PNL, Eneagrama, Mindfulness y Compasión), para la transformación y el crecimiento personal y profesional. Profesor acreditado de Eneagrama, Mindfulness (MBSR) y Autocompasión(MSC).  Nos habla y aclara en este post, qué no es autocompasión, y cómo distinguirla de ciertas definiciones que pueden inducir a error. (Photo by Matt Collamer on Unsplash)

 

Existen diferencias entre el verdadero significado de autocompasión y otros conceptos

Como ya expliqué en otro artículo , existe mucho desconcierto sobre el verdadero significado de la Autocompasión, y lo que implica su práctica.

En el artículo mencionado, entre otras cosas, hablo sobre la existencia de diferencias de significado con respecto al término Autocompasión, según se hable desde un contexto cristiano o un contexto budista.

Así pues, en este post, expondré las diferencias entre la Autocompasión y otros conceptos, tales como, la lástima, la auto-indulgencia, o la autoestima, que si bien podrían parecer similares, no lo son.

Qué no es autocompasión

Autocompasión No es lástima:

Ocurre, que cuando las personas sienten lástima de sí mismas, se aíslan de las otras personas, y creen que son los únicos en el mundo que están sufriendo, dejándose llevar por su propio drama emocional.

De hecho, conceptos como la pena, el victimismo y la lástima hace que exageren la magnitud de su sufrimiento y les cueste adoptar un punto de vista más equilibrado y objetivo.

Sin embargo, la Autocompasión proporciona el “espacio mental” necesario para reconocer una Humanidad Compartida, en la que todo ser humano tiene problemas y sufre («Sí, es muy difícil lo que estoy pasando en este momento, pero hay muchas otras personas que están pasando por un sufrimiento mucho mayor. Quizá, no vale la pena estar tan molesto por…»).

Tampoco es auto-indulgencia:

Hay muchas personas que confunden la Auto-Compasión con auto-indulgencia, y tienen miedo de dejarse llevar: «Como hoy estoy estresado, para ser amable conmigo mismo, voy a tirarme al sofá toda la tarde, para ver la TV y y comer comida basura.» Esto, sin embargo, es auto-indulgencia, no es Autocompasión. 

Desde el prisma del Mindfulness, y concretamente del entrenamiento en MSC, se entiende que ser compasivo con uno mismo implica que quieres ser feliz y tener salud, en el presente, pero también a largo plazo.

En muchos casos, cuando queremos darnos placer instantáneo, como por ejemplo, tomando drogas, comiendo en exceso, o viendo la televisión, este placer suele ser, no sólo efímero y de corto plazo, sino que podemos llegar a perjudicar nuestro bienestar a largo plazo.

Al contrario, mientras que darse salud y felicidad duradera, a menudo implica un cierto grado de descontento (por ejemplo, dejar de fumar, hacer dieta, hacer ejercicio). 

Así pues, en ocasiones las personas pueden ser muy duras consigo mismas cuando se dan cuenta de que quieren cambiar algo, porque piensan que podrían llegar a avergonzarse de sí mismas (enfoque de auto-flagelación).

Sin embargo, este enfoque a menudo resulta contraproducente si uno no puede hacer frente a las verdades más difíciles sobre sí mismo, porque tiene demasiado miedo de llegar a odiarse si lo hace.

Por lo tanto, las debilidades pueden permanecer ocultas (sin acuse de recibo) en un intento inconsciente de evitar la auto-censura. Por el contrario, la Atención Plena intrínseca a la Compasión, proporciona una poderosa fuerza motivadora para el crecimiento y el cambio, a la vez que también proporciona la seguridad necesaria para ver el “yo” con claridad y sin miedo a la auto-condenación.

No es igual que la Autoestima:

A pesar de que la Autocompasión puede parecer similar a la autoestima, son diferentes en muchos aspectos.

La autoestima se refiere a cómo nos percibimos, lo que pensamos que valemos o a lo mucho o poco que nos gustamos. El problema es que esas conclusiones vienen como resultado de compararnos con los demás.

Si bien no hay duda de que la baja autoestima es problemática y, a menudo, conduce a la depresión y la falta de motivación; tratar de tener una gran autoestima también puede ser contraproducente. Por que implica que siempre va a haber alguien que consideremos “mejor” que nosotros.

 

Autoestima y presión social

Es probable que hayas sentido, como en nuestra sociedad occidental contemporánea, tenemos que sentirnos por encima de la media para estar bien con nosotros mismos. Esto significa que, los intentos de elevar nuestra autoestima pueden provocar comportamientos narcisistas, egocéntricos, o nos pueden llevar a despreciar a otras personas. Tres lo cuál, se puede esconder la intención de  hacernos sentir mejor con nosotros mismos.

También tendemos a enojarnos y ser agresivos hacia los que han dicho o hecho algo que potencialmente nos hace sentirnos mal con nosotros mismos. La necesidad de una alta autoestima puede animarnos a ignorar, distorsionar u ocultar los defectos personales. Esto impide que podamos ver con claridad y precisión.

Por último, nuestra autoestima a menudo depende de si tenemos éxito o fracasamos. Esto significa que nuestra autoestima fluctúa en función de circunstancias siempre cambiantes.

 

La diferencia básica entre autoestima y autocompasión

En contraste con la autoestima, la Autocompasión no se basa en la autoevaluación. La gente siente compasión por sí misma. Y es así, porque todos los seres humanos merecen compasión y comprensión, no porque posean un conjunto particular de características (guapos, inteligentes, etc.).

Esto significa que con la Autocompasión, no tenemos que sentirnos superiores a los demás para estar bien con nosotros mismos. La Autocompasión también permite una mayor auto-claridad, porque las faltas personales pueden ser reconocidas con amabilidad y no es necesario ocultarlas.

Por otra parte, la Autocompasión no depende de circunstancias externas, sino que siempre está disponible (especialmente cuando uno se siente muy abatido).

Las investigaciones indican que, en comparación con la autoestima, la autocompasión se asocia con una mayor capacidad de recuperación emocional. Gracias a contar con autoconceptos más precisos, con comportamientos de relación más solidarios, así como con un menor narcisismo y con menor ira reactiva.

 

 

Fernando Mancebo
fernando@gestionestres.com
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